
La pregunta inmediata es ¿Se
puede evadir una fiscalización como esta? No es tan fácil como lo era para
Jorge, los colegios no tienen ruedas y tal vez es esta la gran ventaja que la
Superintendencia tiene para erradicar las malas prácticas de las escuelas y
liceos de Chile. Veamos que ha hecho esta institución en el transcurso de este
año, el jueves 9 de mayo presentó un estudio realizado a colegios
subvencionados, en donde casi 700 establecimientos fueron sancionados. La
muestra realizada se desarrolló entre el 25 de marzo y el 26 de abril. El superintendente, Manuel Casanueva, resaltó las cifras positivas del
proceso.
"La toma de asistencia es importante porque
es el insumo principal para pagar la subvención. Entre fines de marzo y durante
abril, realizamos aproximadamente 4 mil visitas a distintos establecimientos, y cerca
de un 80% de los colegios no tuvieron ninguna falta", detalló.
Por el contrario, comentó que uno de los hechos
graves detectados es la utilización de lápiz mina para chequear la asistencia
de los alumnos, lo que puede ser un truco para corregir la falta ante la
llegada de los fiscalizadores. "Anotar con lápiz mina permite,
por ejemplo, en el minuto que el fiscalizador entre al colegio, borrar con una
goma y anotar la asistencia real. Por lo mismo, ocupar lápiz indeleble es algo
importante y este tipo de infracciones también son
sancionadas", advirtió el superintendente. ¿Cuál es mi
reflexión? Si esta práctica no se corrige tendremos un estudiante promovido a
otro nivel, con vacios en su formación valórica y cognitiva, un Jorge mas
caminando por las calles.
La conclusión a la pregunta inicial es ¡¡¡Si!!! la Superintendencia es
lo que la educación necesita, ¿Será esta institución suficiente? No lo sé, la
educación es tan dinámica que lo que hoy sirve mañana está obsoleto.
Ahhhh, ¿recuerdan a mi amigo Jorge?
Pensaran que aprendió y que ya no le suceden estas cosas, pues se equivocan, la
diferencia es que conoció a un amigo, de esos que te sacan los partes, que hay en todos los sistemas y trabajando en todas partes.
Creo que ustedes me entienden.